Durante el primer trimestre del curso 2019-2020 pudimos trabajar de manera continua con el grupo de adolescentes de altas capacidades del Aula Tea del Instituto Josefina Aldecoa. Para dar a conocer su origen, la importancia de la disciplina, la estructura de las clases y la muestra final con público, dimos mucha importancia a la utilización de pictogramas, a la sencillez del ritmo, al juego y la repetición.
“En nuestras sesiones semanales aprendieron a memorizar patrones rítmicos, crear e improvisar solos de un instrumento y ejercicios técnicos de manos y pies. Son herramientas que permitieron crear, ampliar y descubrir las capacidades de cada uno de los alumnos TEA, que fueron encajando con su equilibrio, su expresión corporal, el vocabulario, el respeto hacia la maestra, el tambor, el compañero y, lo más importante, a tolerar sus propios fallos y mantener un contacto directo con sus compañeros y profesoras. Cuando aprendes música, tu pensamiento se aleja de las preocupaciones y el estrés del día a día. Si solo escuchando música nos evadimos de toda esa negatividad, imagina cuando estás concentrado en cómo poner las manos o en el ritmo que debes hacer. Además, la percusión, al ser un tipo de música de impacto (golpe), tiene aún más ese factor desestresante al tener que crear esa música a base de golpes en el instrumento. Las personas con y sin discapacidad, encuentran en la Educación Musical una oportunidad de expresarse libremente y a la vez disfrutar de ello.”
Leonor, maestra del aula TEA.