Este concierto nació con la intención de acercar el taiko, la percusión japonesa, al público desde una mirada artística y cultural.
Queríamos mostrar no solo la fuerza y la energía de este arte milenario, sino también su capacidad de transmitir emoción, movimiento y conexión.
A lo largo del programa compartimos algunas pinceladas sobre la historia del taiko, su evolución desde los templos y campos de batalla de Japón hasta los escenarios contemporáneos, y los diferentes estilos que lo conforman.
Cada pieza fue una oportunidad para contar una historia distinta: desde la alegría de Tanuki, hasta la fuerza de Jack Bazaar y Swinging Slow and Fast, interpretadas en el estilo Naname, que aprendimos directamente de grandes maestros internacionales.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la colaboración con el músico Juan Valero, quien se unió a nosotros con la flauta tradicional japonesa de bambú, shinobue.
Juntos interpretamos Natsu Matsuri (“Festival de verano”), una pieza que celebra la unión de dos instrumentos profundamente ligados a la cultura japonesa: el taiko y la flauta.
El diálogo entre el ritmo del tambor y el soplo del shinobue creó un ambiente mágico que envolvió al público y llenó el claustro de sonido, alegría y movimiento.
Queremos agradecer de corazón a la Asociación Cultural Ciudad de Hueste, por confiar en nosotros y por hacer posible este encuentro entre música, patrimonio y comunidad.
Y, por supuesto, gracias a todas las personas que nos acompañasteis esa noche: vuestra energía, atención y entusiasmo hicieron de este concierto una experiencia inolvidable.
El taiko, para nosotros, es más que percusión: es música visual en movimiento, una forma de conectar cuerpo, mente y espíritu.
Cada golpe, cada respiración y cada silencio fueron una forma de compartir con el público lo que más nos mueve: la pasión por este arte y su poder de unir culturas.
¡Gracias por hacerlo posible! 🥁❤️